Plan Jaguar Arhuaco: Una estrategia espiritual para conservar lo sagrado

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Hoy, el Plan Jaguar Arhuaco no es solo una iniciativa local. Es una estrategia que une tradición milenaria con ciencia moderna, y que busca redefinir los métodos de conservación desde una visión espiritual y territorial.

A través de alianzas con organizaciones internacionales, ministerios colombianos y entidades como USAID, la Confederación Indígena Tayrona (CIT) ha logrado posicionar al jaguar como un puente entre culturas, saberes y políticas.

Jaguar Sierra Nevada

En la Sierra Nevada de Santa Marta, donde cada montaña es palabra y cada río es memoria, el jaguar no es solo un animal: es un símbolo de equilibrio, un guardián del orden natural, y un maestro silencioso que camina entre los pensamientos del mundo.

Para el pueblo Arhuacos, su presencia representa la fuerza que mantiene viva la Línea Negra, ese sistema de inteligencia ancestral que conecta los puntos sagrados del territorio.

Así, desde tiempos inmemoriales, hemos tenido “el plan jaguar arhuaco” protegiendo al jaguar sierra nevada no por mandato externo, sino por convicción espiritual.

Su existencia está entrelazada con la salud de los bosques, el fluir del agua, y la armonía entre los seres. Pero en los últimos años, algo ha cambiado: el mundo ha comenzado a escuchar el rugido que por siglos hemos cuidado en silencio.

El plan jaguar arhuaco: Conservación de lo más sagrado en territorio Arhuaco

Entre 2014 y 2017, la CIT firmó un convenio con USAID para proteger al jaguar y sus corredores naturales de bosque seco tropical en las estribaciones de la Sierra Nevada.

Este esfuerzo dio como resultado un manual de conservación del jaguar y de los ecosistemas de bosque seco tropical, elaborado desde el diálogo entre la ciencia y la sabiduría ancestral. No fue solo un documento técnico: fue una declaración de principios, una guía que reconoce que conservar no es intervenir, sino escuchar y respetar.

En los últimos cinco años, hemos fortalecido relaciones con ONG internacionales dedicadas a la protección del jaguar. Estas alianzas han permitido impulsar nuestro plan Jaguar arhuaco para ampliar el círculo de protección.

Porque cuando el mundo reconoce que el jaguar no puede sobrevivir sin los pueblos que lo entienden, pensamos que se abre la posibilidad de construir políticas más justas, más profundas, más vivas.

El Plan Jaguar Arhuaco propone algo más que monitoreo y mapas: propone una conservación que entiende que los corredores biológicos no son solo rutas de paso, sino caminos sagrados que conectan la vida. Sabemos que es necesario seguir trabajando con el mundo para redefinir los métodos científicos inclusive, los manuales de conservación y las políticas públicas.

Y no es suficiente conservar solo una especie como el jaguar, y sin embargo, el Plan Jaguar Arhuaco es nuestra ofrenda inicial, nuestra propuesta, y nuestro compromiso.

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